Son las nueve por la mañana el lunes y Veronica Salcedo acaba de entrar en su camino de entrada en Antioch. Ella justo ha llegado del salón, y su cabello largo y rubio está rizado perfectamente en rizos sueltos que caen por su espalda. Ella parece como una estrella de televisión, en un vestido rojo ajustado y tacones mientras me hace entrar en su casa.
Si ya no conoces a Veronica Salcedo, eso es un resumen: Salcedo maneja el canal en español Nashville Noticias, el que creó con su esposo hace casi siete años, con solamente una computadora.
Ahora, Nashville Noticias tiene casi una docena de empleados, un estudio en Plaza Mariachi y un programa diario en Univisión. Cada día, Salcedo reporta en vivo por toda la región, entrevistando a compañeros inmigrantes y proveyendo información esencial a sus 365.000 seguidores en Facebook.
Salcedo se enamoró con los medios de comunicación cuando era jovencita en Zacatecas, México. Un día, en lugar de ir a la escuela, ella fue a la estación de radio local, donde quería dar una audición para ser cantante.
Salcedo, solamente siete años de edad, no se hizo cantante. Pero ella dice que esa visita a la estación de radio la cambió. Para ella, era mágico.
“Resulta que, pues, me quedó muy impactado a eso,” dice. “Bueno, yo seguí siempre con esa idea.”
Salcedo empezó a contar historias en la grabadora de su padre, con casetes y discos. Cuando estaba en la escuela secundaria, oyó que la estación de radio estaba buscando a locutores. Ella decidió solicitar.
La gente en la estación la dijo que tuvo una buena voz. Pero, no la podían contratar, porque todavía era estudiante. Sí la permitieron practicar, sin pago.
Una oportunidad resultó en otra y eventualmente a una carrera en la radio. Cuando su esposo recibió una oferta para un trabajo en una estación en Nashville, donde había trabajado hace algunos años, ellos decidieron mudarse a los EE. UU.
“El espíritu aventurador de un periodista, es como siempre buscar a conocer más gente,” Salcedo dice.
Desde venir a Tennessee, Salcedo ha conocido a mucha gente. Donde quiera que vaya, gente la abraza. Su teléfono siempre está sonando.
Se hace feliz cuando la gente la saluda cuando está reportando. Ella no tiene familia aquí, menos sus hijos. La comunidad latina es su familia local.
“Es lo que me hace levantarme todos los días,” Salcedo dice.
Ella tiene un horario caótico, y frecuentemente empieza sus días muy temprano y los cumple muy tarde, además de trabajar durante las fiestas y los fines de semana. Su cuerpo y su mente se necesitan ajustar.
“Hay que estar allí,” Salcedo dice. “Ya habrá tiempo para comer. Ya habrá tiempo. Pero la noticia no puede esperar. Tienes que estar allí.”
Era especialmente dificil para cubrir la pandemia, mientras COVID se propagó por la comunidad latina de Nashville. Ella recuerda hablando por teléfono con gente que estaban enfermas y tuvieron miedo de ir al hospital. Los trajo ajo y cebollas y té. Consoló a familias que habían perdido a sus seres queridos.
Justo antes de la pandemia, Salcedo había perdido a ambos de sus padres, uno después del otro. Ella dice que sus muertes la prepararon para empatizar con gente que estaban de duelo.
“Fue también una enseñanza para poder a entender lo que estaba — lo que pasó con la pandemia, porque la pandemia realmente nos cambió la vida a todos,” dice.
Algunos días son difíciles para Salcedo. Por ejemplo, ella hubiera preferido pasar su navidad 2020 en casa, mirando una película en lugar de temblar en el tiempo frío mientras cubrir el bombardeo en el distrito turístico.
Pero, otros días son felices. Días cuando ella ayuda a la gente. Cuando se resuelve un fiasco o se evita una crisis, como la mañana calurosa en julio de 2019 cuando agentes federales trataron a detener un hombre y su hijo en su camioneta en camino al trabajo.
Vecinos y activistas llenaron la calle y bloquearon a los agentes. Algunos trajeron gasolina para mantener el aire acondicionado y otros entregaron bocadillos y bebidas. Salcedo recuerda que la gente estaba tomada de manos y crearon una cadena humana. Fue exitoso. Los agentes salieron.
“Y sí me emociona porque, no sé,” dice. Su voz tiembla y lágrimas corren por sus mejillas.
“Fue algo muy, muy impactante para mí, porque pues como madre yo podia entenderle a ella,” Salcedo dice. “Y pues también teníamos que hacer algo, no.”
Esos son los mejores días, dice. Cuando ella regresa a casa y la dice a sí misma: “Digo ya, por hoy, este gracias a Dios, ya se cumplió lo que tenía que hacer.”
Cada día, hay algo. Alguien necesita un abogado o una cita con el consulado. Hay un fuego. O un accidente. O un edificios de apartamentos sin electricidad.
Cuando ella necesita deja ir todo, Salcedo conduce por su calle arbolada favorita en Antioch con todas las ventas abajo y respira.
“Pero, no, me queda tranquila, porque pues, por lo menos, tratar de ayudar un poco,” she says. “Si puedo ayudar, qué bueno, verdad.”
Actualización: Esta historia se ha actualizado para mencionar la asociación entre WPLN News y Nashville Noticias.
Sigue un día de reportaje con Veronica Salcedo: